Con los honores del pueblo
Eduardo Franco
Agencia Telam
El país sufrió cambios muy significativos para la sociedad durante estos últimos 201 años. Si miramos alrededor nuestro, encontraremos la respuesta. Y es que el rol de la mujer cambio de una manera muy profunda en relación a las actividades que realizaban a comienzos del siglo XX.
La mujer paso de tener un rol sumiso, básico y de pertenecer al género masculino, a tener una independencia de elección, de pensamiento y conducción. Así fue que la mujer comenzó a revelarse y a tirar por la borda el estereotipo adoptado por largo tiempo.
La necesidad de cortar esas cadenas, socialmente impuestas, para poder ser escuchadas, fue tan grande que marcó el punto límite para comenzar un nuevo proceso en búsqueda de la obtención de derechos de igualdad.
El 23 de septiembre de 1947 se firmó el decreto presidencial, del voto femenino, por influencia directa de Evita.
El presidente Perón fue un bastión importante para comenzar a equiparar los géneros en nuestro país. Hasta el día de hoy existen aquellos que intentan imponer un manto de desprestigio a la capacidad de la mujer. El mercado laboral se abrió y la mujer comenzó a ocupar puestos que antes eran sólo destinados al género masculino.
Pero no conforme con la participación en el sufragio, las mujeres comenzaron a participar y a militar hasta convertirse referentes de agrupaciones políticas. Rechazando y batallando contra aquellos fundamentos machistas que las suponían débiles e incluso por debajo del hombre en tanto capacidad de raciocino.
La labor histórica de estas mujeres fue teniendo un guiño positivo en sus compañeros y así fue creciendo la responsabilidad de los cargos dentro de las instituciones. Hoy en día, las mujeres se encuentran más reconocidas por la sociedad. Todavía quedan algunas asperezas por limar. Es un proceso que se va acelerando a medida que pasa el tiempo.
La sociedad comenzó a tomar de una forma más seria a la mujer, y es que hoy en día están al mando en muchos ámbitos. Son muchas las mujeres que dirigen organizaciones sociales, empresas y hasta países. Claro ejemplo es el de Latinoamérica, en el cual durante estos últimos años las mujeres llegaron al poder, mediante el voto popular. Cristina Fernández, Dilma Rousseff y Michelle Bachelet son el fiel reflejo del poder adquirido por quienes pueden ser enmarcadas como el sexo débil.
Eva fue el modelo de compromiso con la vida y con sus convicciones y por eso es reconocida a nivel mundial como un ejemplo de lucha. Una persona de origen humilde que al llegar a la cúspide del poder no olvidó a quienes estaban padeciendo injusticias. Para Evita su enfermedad no fue motivo de descanso y continúo en busca de una sociedad más igualitaria hasta su último suspiro.
Su renunciamiento, a ejercer la vicepresidencia de la Nación en la formula proclamada Perón -Perón, tiene como mínimo dos versiones, pero la realidad es que Evita dejo su vida en sus banderas, con o sin cargos institucionalizados. Renunció a los honores, pero no a la lucha.
En sociedades que se caracterizan por su tradición machista mujeres como Eva Duarte de Perón abrieron el camino a la reflexión, a los cambios de lógica y a la reivindicación del género femenino tantas veces menospreciado.
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