Estimados,
Como muchos de ustedes saben trabajo en la Escuela N.3 del distrito 5to. que está en Montes de Oca y Martín García. Escuela en la que me he iniciado, y a la que volví este año como titular. Escuela pequeña, ya que tiene una sola sección por año, con una población que vive mayoritariamente en la villa 21 y en los alrededores de Barracas y Constitución.
Escuela que hace 8 meses esta en obra, tal vez por razones electorales o no (ya no interesa), pero que nos ha modificado la rutina en las clases.
Obreros conviviendo con maestros y chicos, polvo, ruidos, aulas rotativas por semana, sin salón de música, sin dirección, sin biblioteca. Esta obra que incluía la instalación de un sistema de calefacción central (que todavía no anda porque no tiene gas) y sobre todo el arreglo de mamposterias y techos que, por las lluvias y los años estan muy deteriorados, pintura general, etc. (por supuesto cartelito amarillo en la puerta). Hoy, como todos los mediodías, algunos maestros, los directivos y obreros nos encontrabamos almorzando o preparando la entrada para el turno tarde.
Yo estaba en el patio observando el cielo oscuro que cubría la zona y el granizo. El espectaculo sonoro y visual de ese momento ya era bastante estremecedor, y hubiera quedado como un comentario si no pasaba nada mas grave.
Lo primero que se rompio es el techo que cubre el patio delantero. Se agujereó y el granizo entraba directo al patio, el agua brotaba de las alcantarillas y todo se inundaba.
Después un ruido realmente fuerte, el techo de las aulas de dos grados se cayeron, el agua entraba también directamente y toda la escuela parecía hecha de una lona porque se producía una panza de agua en cada techo.
En todas, todas las aulas el agua entraba desde innumerables cataratas. Todo inundado, todo destruido. Superado el miedo de los techos que se caían, la tristeza y la bronca se hicieron presentes. Hoy mi escuela está inundada, descascarada, todos se cae, todo chorrea.
Tal vez esta bronca que siento y me hace escribirles sin reflexionar mucho hace que me pase por alto varias cosas, pensé en escribirles a mis compañeros docentes de otras escuelas, a mis amigos, pero se los voy a mandar a todos.
Mi escuela es La Escuela Pública, es la de mis hijos, la de mis viejos, la de los pibes que van a la privada, es de todos. Algunos dirán que fue una desgracia con suerte porque no había chicos, yo digo que es una desgracia y una verguenza.
¿Podrá algún funcionario, algún supervisor, algún periodista, algún legislador, explicar porque se arreglo todo lo que se veía en la escuela y no el techo? El granizo funcionó como un quita maquillaje que barrió con todo la fachada de mala calidad que se estaba haciendo. ¿Eso es ocuparse de la escuela pública? ¿Podremos escuchar a Larreta o a Bullrich diciendo que a ellos les interesa una educación pública y de calidad?. ¿Pondrán internet en esta escuela sin techo?
Disculpen la torpeza de mi mail, pero siento que es demasiado. Nosotros ciudadanos, trabajadores, padres tenemos que exigir respuesta. Tomemos conciencia de la dimensión política de nuestro dia a día, porque si no, vamos a estar en manos de estos mequetrefes toda la vida.
Hoy nos fuimos de la escuela realmente tristes, hoy me fui de la escuela llorando.
Ya no quiero más ese cartel amarillo en la puerta, no quiero escuchar a ningún político prometer nada.
No entiendo a la gente que defiende esta gestión. Pero más allá de las diferencias que podamos tener, pido que no los dejemos sin control, no dejemos pasar todo.
Juntémonos, charlemos o al menos denunciemos.
Los pibes necesitan la escuela, la escuela los necesita y también necesita de nosotros para defenderla.
Un abrazo Matías
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