La mayoría de las comodidades químicas y plásticas de la vida -como mobiliario, productos farmacéuticos y comunicaciones- también dependen del petróleo, algo de lo que pocas veces nos damos cuenta.
Los que son realmente pesimistas quieren que dejemos de usar el petróleo para transporte de inmediato, y utilizarlo para propósitos en los que sea irremplazable.
La fecha clave no será cuando el petróleo se acabe, sino cuando la producción llegue a su punto máximo, lo que significará que las reservas empezarán a declinar.
El momento de hacer cambios fundamentales está acercándose. E incluso si el petróleo está ahí, lo mejor sería dejarlo tranquilo.
En la actualidad, muchos científicos dicen que, para mediados de este siglo, debemos reducir en al menos un 60% las emisiones de gases que producen el efecto invernadero, para tratar de evitar el cambio climático.
Eso significa usar menos combustible que en la actualidad.
Existen otras formas de energía y muchas están disminuyendo en sus precios. Pronto competirán con el petróleo al menos en costos, sino en conveniencia.
Entonces, existen muchas razones para planear cómo será un mundo sin petróleo. ¿Será devastador? Nuestros antepasados vivieron en un mundo sin petróleo.
Nosotros tendremos que hacer lo mismo Incluso, puede llegar a ser algo mejor que lo que tenemos.
¿Dónde está el petróleo?
Medio Oriente sigue siendo el centro de atención en relación con el petróleo, especialmente cuando se habla de reservas. La magnitud de los yacimientos de Arabia Saudita e Irak hace que los del resto del mundo parezcan pequeños.
El Mar de Norte y Canadá aún tienen importantes reservas, pero en estas zonas es mucho más costosa la extracción
¿Cuáles son los mayores productores?
No sorprende que Medio Oriente sea el mayor productor de petróleo: provee cerca de un tercio del consumo mundial. Pero Europa y Eurasia (en especial, Rusia y el Reino Unido) y Estados Unidos son también grandes productores.
La diferencia es que casi toda la producción de Medio Oriente es para exportación, mientras que Estados Unidos no llega a cubrir su consumo doméstico.
¿Quién usa más?
América del Norte es la región que más petróleo consume, a pesar de que es una de las que menos reservas posee. Obviamente, esto indica que depende en gran medida de la importación de hidrocarburos.
También la zona Asia-Pacífic es una gran consumidora de crudo, siendo la que menos yacimientos tiene.
A ambas regiones se atribuye casi el 90% del incremento del consumo de petróleo en los últimos 10 años.
En el mundo no se observa ningún insumo que pueda reemplazar a los hidrocarburos en sus múltiples funciones en el mediano plazo, por lo que todo indicaría que las matrices energéticas del futuro se basarán en un "mix" de energías primarias entre las que estarán los hidrocarburos.
Por esto, en la política de los países, cada vez más el concepto "precio" es reemplazado por el de "seguridad", por más que en los discursos se continúe sosteniendo al "mercado". Pero, nosotros seguimos siendo el único país del mundo al que tal situación le es ajena: los hidrocarburos son un simple commodity.
Argentina, por sus dimensiones, es un país con petróleo y no un país petrolero. Sus reservas apenas le pueden garantizar su propio consumo en el mediano plazo.
De 14 años de reservas de petróleo en 1988, hemos pasado a tener solamente 8 años en el 2006. Durante estos años de grandes ganancias no se hicieron inversiones de riesgo en exploración y se aumentó la explotación a niveles insospechados. En 1998 se llegó a exportar el 40% del petróleo nacional.
Los problemas de abastecimiento se deben a que la demanda aumenta y la producción se incrementó muy por debajo de ese nivel. Las refinerías se encuentran trabajando al máximo de su capacidad instalada (que es prácticamente la misma desde el 89') ya que no se realizaron inversiones.
La importancia estratégica de recuperar el autoabastecimiento petrolífero se autosostiene teniendo en cuenta que es absolutamente necesario que el Estado Nacional y los Estados Provinciales puedan extraer del subsuelo lo necesario para cubrir la demanda interna y exportar los saldos a un mercado sediento.
La necesidad expresada por Cristina Kirchner de tener un gerenciamiento profesionalizado es indiscutible, haciendo que una petrolera nacional mixta llegue a funcionar exitosamente como la Petrobras brasileña, ejemplo a seguir.
La expropiación, con un pago adecuado a precio real, y con un financiamiento que no le saque recursos a los sectores más necesitados del pueblo argentino es todo un desafío, y el Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales deben obrar a la altura del mismo, destinando a sus mejores hombres y mujeres a la gestión de una petrolera vital en la matriz energética del país.
Toda estatización de empresas vaciadas y saqueadas por las privatizaciones es riesgosa pero imprescindible, el pueblo argentino deberá recibir sus resultados.
¡¡¡ FUERZA CRISTINA !!!
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