Los lunes es el peor día. Algunos se desmayan. Otros vomitan. A la mayoría, les cuesta horrores mantener la atención en clase. El panorama del primer día de la semana se repite en las aulas de las escuelas
primarias de La Boca. Es que para muchos pibes de la zona, el almuerzo en el colegio es el primero después de un fi n de semana de panzas vacías y la única comida que recibirán en el día. Sin embargo, a estos pequeños mal alimentados no se les caen los pantalones. Son gordos. Son pobres y gordos.
Alertados por varias denuncias de docentes y directoras que, sin éxito, intentaron conseguirles una dieta especial a sus alumnos con sobrepeso, la Asesoría General Tutelar comenzó a monitorear el estado nutricional de los 5 mil alumnos que asisten a las escuelas primarias de La Boca. El resultado: entre el 35 y el 50 por ciento de los niños del barrio se encuentra malnutrido por exceso y el 17 por ciento directamente es obeso.Sin embargo, de esos 5 mil chicos, sólo 30 reciben una dieta especial en el comedor escolar.
A diferencia de lo construye el sentido común, la obesidad o sobrepeso no es un indicador de opulencia. Al contrario, muestra el défi cit nutricional por exceso, un fenómeno sanitario reciente, relacionado con la rápida urbanización/modernización, lo que signifi ca sedentarismo, horas frente a la TV, viviendas pequeñas, comidas baratas con alto contenido de grasa y azúcar, y grandes dificultades para el acceso a facilidades deportivas, escolares o comunitarias (en La Boca existe tan sólo un patio recreativo público).
Al detectar esta problemática, la AGT comenzó a monitorear el accionar de los comedores escolares que dependen de la Dirección General de Servicios Especiales del Ministerio de Educación. Para ello, realizaron
visitas a las 14 escuelas primarias de jornada doble que existen en el distrito. El monitoreo permitió revelar nudos problemáticos entre los que se destacan: que el pliego 2011/2013 no contempla menús específicos para niños con sobrepeso, pese a que ésta es la principal problemática nutricional en la actualidad en el Distrito Escolar 4; insufi ciencia del número de nutricionistas, sólo 12, para el control y supervisión de las 31 prestatarias del servicio de raciones alimentarias y todos los comedores escolares de la Ciudad; y falencias y defi ciencias edilicias que impiden que el servicio se preste en condiciones óptimas y saludables. Por ejemplo, la escuela 10, ubicada en Lamadrid 499, no tiene comedor y los niños deben comer en el salón de actos; y la escuela 19, de Río Cuarto 1249, tendría clausurada su cocina por peligro de derrumbe.
En su recorrida los miembros de la Asesoría pudieron corroborar que el plato que llega a la mesa del comedor escolar no es, ni cerca, lo que anuncia el menú acordado entre el Gobierno y la concesionaria. Por citar sólo un ejemplo, al título “Carne con vegetales”, le corresponde un plato de guiso, rico en hidratos de carbono. Por si fuera poco, al pesar la ración también descubrieron que es más chica de lo establecido en el contrato.
Lo que el pliego sí especifi ca son menús aptos para celíacos y refuerzos para problemáticas de bajo peso. Este hecho conduce a que los menús para chicos con sobrepeso queden fuera de la aprobación y supervisión nutricional del Ministerio de Educación. A diferencia de lo que sucede con la mayoría de las problemáticas nutricionales en las que las vicedirectoras –responsables de los comedores escolares- deben dar aviso a la Dirección General para que ésta requiera los menúes especiales a las concesionarias, en los casos de niños con sobrepeso acreditado son las vicedirectoras quienes deben gestionar los menúes directamente con las concesionarias.
Sin embargo, el relevamiento observó que en reiteradas oportunidades que la escuela había solicitado menúes especiales las concesionarias enviaban el mismo menú que al resto de los comensales pero con la inscripción “Light”, advirtiéndose a simple vista la posible improcedencia nutricional de los platos “Light” ofrecidos.
Niños más petisos, con apatía, cansancio, falta de concentración y mayores problemas de aprendizaje son algunas de las consecuencias de la malnutrición. El impacto de estas carencias nutricionales es irreversible,
sobre todo cuanto más profunda sean y más precozmente sucedan.
LA GRAVEDAD DE LOS NÚMEROS
* Según Unicef, el 35% de la población infantil mundial presenta problemas de sobrepeso.
* En la Argentina, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20% de la población infantil tiene exceso de peso y el 5% es obeso.
* En la Ciudad de Buenos Aires las estadísticas superan la media nacional: un 26% tiene sobrepeso y el 7% es obeso. Buenos Aires es la capital latinoamericana más afectada por la obesidad infantil.