Represion, Minas y Ongs, por Diego Burd (para “Poemas Urbanos y otras cosas” del 11-02-12)
El conflicto minero en las provincias cuyanas esta adquiriendo las características de la 125, un reclamo sectorial, se ha convertido en ariete de confluencia de intereses políticos, económicos y comunicacionales, que encuentran en el reclamo del debate sobre los mecanismos de establecer un correcto uso de nuestros recursos estratégicos, en una confrontación política contra el gobierno nacional.
La represión por parte de la policía a los manifestantes, ha violado de una manera el principio de relación frente a la protesta social por parte de las gestiones kirchneristas, el cual era la no criminalización de las mismas, generando un debate importante, en torno de la necesidad de que las provincias kirchneristas y aliadas, tengan que incorporar como principio ético el valor de la no represión, es decir, la necesidad de plantear un conjunto de requisitos comunes a nivel nacional de acción de las fuerzas policiales frente a determinados procesos. En cierta forma, el gobierno nacional frente a los hechos de la represión ha fallado en emitir una importante comunicación de repudio, y la decisión de apartar a los policías vinculados al hecho, no alcanza, ya que el deber de cualquier administración kirchnerista es mantener como eje central la no represión.
El debate minero se ha convertido en un debate político, por un lado, sectores vinculados, a gobiernos kirchneristas conservadores, en provincias con vínculos con las mineras trasnacionales previos a la llegada al poder del kirchnerismo, y por otro, un conjunto heterogéneo que van desde, intendentes kirchneristas, ciudadanos de las ciudades afectadas por el intento de implementación de mineras a cielo abierto, ONGs ambientalistas, partidos políticos anti-kirchneristas, y a nivel nacional, la construcción mediática del grupo Clarín, que vuelve a convertirse en el centro marcador de agenda y aglutinante de las oposiciones.
Generalmente, en las sociedades actuales las ONGs aparecen como entes de personas sin mas intereses que la defensa de un interés preciso, basadas en las ideas de la colaboración económica de los ciudadanos para el mantenimiento de sus funciones, es decir crean una imagen de ser sujetos autónomos de los intereses políticos y económicos, pero como señala Petras: “Desde el principio de la década de los 80, las clases dominantes neoliberales, junto con elgobierno de Estados Unidos y gobiernos europeos, se percataron que las políticas del "libremercado" estaban polarizando a las sociedades en América Latina. Mediante fundaciones privadas y fondos estatales empezaron a financiar a las ONG, mismas que expresaban unaideología contra el Estado y promovían la "autoayuda".
A finales de este milenio, existen unas100 mil ONG en todo el mundo que reciben cerca de 10 mil millones de dólares y compiten con los movimientos sociopolíticos por la lealtad de las comunidades militantes. (...)En realidad, el BM y los regímenes neoliberales aprovecharon las ONG para minar el sistema de seguridad social estatal, y fueron utilizados y reducidos a medios para compensar a las víctimas de las políticas neoliberales. Mientras los regímenes neoliberales disminuían los niveles de vida y saqueaban la economía, las ONG se fundaron para promover proyectos de "autoayuda" que absorberían, temporalmente, a pequeños grupos de desempleados pobres, a la vez que reclutaban líderes locales.
Las ONG se convirtieron en "el rostro comunitario" del neoliberalismo y se relacionaron íntimamente con los de arriba y complementaron su labor destructiva. Cuando los neoliberales transferían lucrativas propiedades estatales, privatizándolas para los ricos, las ONG no fueron parte de una resistencia sindical. Por el contrario, se mostraron activos en la creación de proyectos privados, promoviendo el discurso de la iniciativa privada ("autoayuda") al dedicarse a fomentar la microempresa en las comunidades pobres. Las ONG crearon puentes ideológicos entre pequeños capitalistas y los monopolios que se beneficiaron de las privatizaciones --todo en nombre del antiestatismo y la construcción de la sociedad civil.
Mientras los ricos creaban vastos imperios financieros a partir de las privatizaciones, profesionales de clase media que trabajaban con las ONG recibían pequeños fondos para financiar sus oficinas, sus gastos de transporte y sus actividades para promover actividades económicas a pequeña escala.”
Lo importante aquí es que las ONG despolitizaron a sectores de la población, ignoraron sus compromisos hacia actividades del sector público y se valieron de líderes sociales potenciales para la realización de proyectos económicos pequeños. En realidad, las ONG no son no gubernamentales.
Reciben donativos de gobiernos extranjeros o funcionan como agencias subcontratadas por gobiernos locales.” (1)Es decir, las ONGs no luchan solo por intereses sectoriales, sino que encuentran su vinculación con una practica política elaborada desde los países centrales, con fuertes apoyos de fundaciones de grandes empresas, como posible respuesta sociales a la implementación de las políticas neoliberales, no cabria preguntarse ¿si el retorno del Estado no genera una respuesta de ciertos sectores vinculados a las ONGs, en su lucha anti-estatista?.
El camino del grupo Clarín corre paralelo ese camino, cuando a partir al establecer una vinculación entre el trabajador, que hablo en la conferencia con la actual mandataria, con la pertenencia al partido Justicialista, como si la pertenencia ideológica del trabajador lo disminuye como voz para pronunciarse, ahora si el Momo Venegas se pronuncia contra la ley del nuevo estatuto de los trabajadores rurales, habla como trabajador, no desde su pertenencia al Peronismo Federal, por lo cual como estrategia discursiva vemos que el grupo Clarín, quiere sindicatos des-politizados, vinculados a la idea de espacios no políticos, sino solo sectoriales, cuando ellos mismos desconocen la democracia sindical, ahora no cuestionan y no quieren vincular las ONGs con intereses mas allá de lo sectorial.
La oposición encontró un camino para armar un nuevo frente al gobierno nacional, este proceso requiere, parte de auto-critica, por ejemplo un repudio generalizado ante la represión, pero también estar atentos a las luchas de interpretación que nos quieren imponer, tenemos que luchar por pensar el problema de nuestros recursos estratégicos, por una nacionalización de los mismos... el Nunca Menos implica avanzar en el camino de la recuperación, pero siendo claros en limites éticos, como dijo Nestor Kirchner al asumir, no dejar nuestras convicciones, que es la inclusión de los sectores mas humildes de nuestra sociedad.
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